"Solía llamarme a mi mismo fotógrafo de guerra. Ahora me considero un fotógrafo antiguerra"
- James Nachtwey, fotógrafo antiguerra
A mi madre nunca le han gustado los toros, pero nunca ha perdido una oportunidad de ir a verlos. Esto puede parecer una paradoja, pero no es así, para ella el espectáculo está en el propio ambiente que genera la fiesta y no propiamente en la faena de los toros. Yo diría que el escaso interés que pone en la faena se compensa y con amplitud en las peripecias que ocurren en el ruedo.
Yo no soy un gran aficionado a los toros, la verdad es que pienso que es una autentica crueldad lo que se les hace a estos animales, pero es innegable que la fiesta tiene una estética especial y esto la hace única. Parafraseando a James Nachtwey soy un fotógrafo antitaurino que va a los toros...
La foto que os pongo hoy es de una corrida de toros a la que fui invitado, una tarde que fue bastante productiva en lo fotográfico, sobre todo teniendo en cuenta que estaba sentado en un sitio y no tenía la facilidad de movimiento del fotógrafo profesional taurino.
De la foto que os pongo hoy, yo resaltaría la gran tensión que se produce entre el picador y el toro, hay una linea imaginaria a que comienza en el picador y termina en el toro. Como podréis ver la vara de picar ayuda al movimiento visual en la foto. Como siempre la foto es tal cual, sin recortes ni reencuadres.
